Maternidad consciente: Reparar con los hijos

En este post te comparto pasos a seguir para desprogramarnos de patrones aprendidos o para dejar de proyectar en nuestros hijos nuestra frustración.

Muchas veces actuamos ante nuestros hijos de manera que nos arrepentimos, incluso inmediatamente. Una vez que el código automático* se manifiesta, luego nos sentimos con el corazón apachurrado. 

Lo más importante que podemos hacer es reparar con nuestros hijos el daño que causamos proveniente de patrones aprendidos. Una cosa es gritarle a un hijo, otra cosa es gritarle y más tarde decir: “hijo, siento mucho cuando te grité. Mamá a veces se siente cansada y pierde la paciencia rápido”. Con esto yo reparo, honro su lugar de ser humano que, aunque pequeño, merece ser tratado con respeto y cambia su historia. 

A veces me doy tan duro con el tema de que crio a mis hijos a partir de patrones aprendidos, pero luego reparo y siento que al menos eso estoy haciendo distinto.

¿Les ha pasado? Pienso que si imitamos patrones aprendidos y lo que transmitimos a nuestros hijos se siente bien, ¡enhorabuena! pero si al contrario, sabemos que estamos imitando algo que no queremos seguir transmitiendo a las futuras generaciones, es tan importante hacer algo al respecto.

A veces la frustración nos invade y queremos gritar. A veces lo que sentimos no viene necesariamente de la mamá, sino del colectivo.
Pero la pregunta es... ¿Qué puedo hacer?

Mis hijos Naim y Luciano, mis pequeños grandes maestros

Aquí te comparto los pasos para desprogramarnos de patrones aprendidos o para dejar de proyectar en nuestros hijos nuestra frustración:

1. Lo primero es darse cuenta: actúo el patrón (ejemplo: le grito a mis hijos)

2. Lo observo y me doy cuenta de que esa no soy yo, sino un programa.

3. Reparo: Me acerco a mis hijos y les digo: "Hijos les pido disculpas, sé que reaccione de forma violenta y les grité. Mamá está cansada y mi paciencia es del tamaño de un guisante en este momento. Les amo y no era mi intención hablarles así."


4. La próxima vez que me observo a punto de repetir el patrón, me detengo y respiro y si puedo, me voy a otra habitación y descargo mi patrón de otra manera.
Yo a veces golpeo la almohada sin que me vean o me encierro en el baño y grito en silencio y me lavo la cara.

A veces nos toma varias veces poder detener el patrón a tiempo pero con la presencia poco a poco lo vamos logrando más y más.

Espero que les sea de utilidad,

*ver mi post El Código automático

xoxo

MJ Gala

Categorías: : Mi Diario Personal